Al final de la cascada se produce una respuesta.
En el ejemplo, ésta es la liberación de glucosa del glucógeno, la cual puede ser aprovechada por la célula o exportada a la sangre.
La respuesta es varios órdenes de magnitud mayor que la señal. Es decir, gracias a la amplificación, una estímulo débil da lugar a una respuesta intensa.
La adenalina nos prepara para una emergencia, hacer disponible glucosa abundante tiene sentido.