Los mecanismos que permiten el paso de solutos, a través de las membranas biológicas, se clasifican en dos:
Pasivos y Activos.
Cuando ocurren sin gasto de energía adicional se consideran pasivos y solo disipan un gradiente presente.
Cuando están acoplados a una fuente de energía se denominan activos.
Los mecanismos activos son primarios, si la energía proviene directamente de una reacción química acoplada.
Pero si se usa energía de un gradiente preexistente, para generar otro nuevo, se consideran secundarios.