Se pueden clasificar de varias formas.
Según su complejidad en:
1. Complejos, los que son saponificables, es decir, que se hidrolizan con Hidróxido de sodio, en solución etanólica caliente, y se descomponen en varios lípidos más pequeños y simples
2. Simples, o insaponificables.
A su vez, los lípidos complejos se clasifican según su origen metabólico, en:
Ceras, glicerolípidos y lípidos mixtos.